Fotoprotección en niños. Guía práctica.

Los días soleados son una delicia. Nos anima a salir a la calle, hacer actividades al aire libre y llevar a los niños a jugar al parque. Pero el exceso de sol puede resultar peligroso para los más pequeños y hay que protegerlos convenientemente de la radiación solar para evitar quemaduras y otros daños a largo plazo.

Cuando nos exponemos al sol estamos recibiendo en la piel el efecto de la radiación solar. A efectos prácticos nos interesan 2 tipos de radiaciones:
  • UVB : Es el tipo de radiación más peligrosa. Penetra muy poco la piel, es la responsable de las quemaduras y tiene alta capacidad para producir cáncer de piel.
  • UVA: Penetra más profundamente en la piel, produciendo el bronceado y dañando el material genético de las células, aumentando el riesgo de cáncer de piel. 

 

Las radiaciones varían dependiendo de múltiples factores como
  • La época del año (la radiación es mayor en verano).
  • La hora del día (es mayor entre las 11 y las 16 hs)
  • La latitud (mayor en la línea del ecuador)
  • La superficie sobre la que incide por su capacidad de reflejar los rayos (La nieve refleja un 85%, la arena un 17%, el agua un 5%, la hierba un 3%)

 

Las nubes reducen la cantidad de radiación que llegan a la tierra, pero no la bloquea por completo, así que no se debe descuidar la protección incluso en días nublados.
Quemarse es peligroso, ¡pero broncearse también! 
Cuando nos exponemos a los rayos del sol, la piel reacciona produciendo melanina para protegerse del daño que ocasiona la radiación al ADN, el precioso material genético. Las radiaciones actúan produciendo mutaciones en el ADN que son el origen del cáncer de piel. Afortunadamente el organismo tiene mecanismos de reparación de esas mutaciones pero también éstos acaban agotándose si las agresiones son múltiples y repetidas. Y cuanto antes empecemos a «agredir» la piel, antes se agotan los mecanismos de reparación, por eso los niños no deberían exponerse al sol durante los primeros 3 años de vida y deberíamos ser especialmente cuidadosos con la piel hasta los 18 años.
Los niños que han tenido 3 quemaduras solares en su infancia tienen 10 veces más riesgo de padecer un melanoma en la vida adulta.
Si somos realistas, evitar por completo la exposición al sol es imposible, sobre todo en niños, pero deberíamos cumplir al menos con estos requisitos:
  • Nada de sol al menos hasta los 6 meses de edad.
  • Hasta los 2-3 años, las precauciones deberían ser máximas.
  • En los más mayores, establecer unos hábitos de fotoprotección adecuados.

 

¿Qué hacemos con los más pequeños?

  • Evitar la exposición en las horas centrales del día. Según las guías que consultes algunas dicen de 11 a 16, otras de 12 a 17 hs. Dependerá de que unas consideren la hora solar y otras la hora oficial (que en España no coinciden), pero para no fallar, mejor evitar el sol de 11 a 17-18 hs, según el momento del año.

     

    Fuente:Blog: boticonsejos
  • Utilizar ropa adecuada: Un sombrero o gorra que haga sombra en toda la cara y el cuello. Una camiseta de algodón de manga larga equivale a un factor de protección 12, pero protege menos si está mojada, pantalones largos, gafas de sol homologadas. Hay prendas tratadas con métodos que aumentan su protección hasta FPS 40 o 50, ideales para los más pequeños o para los que tengan las pieles más delicadas.
  • Buscar la sombra: en la playa, usar la sombrilla correctamente, de modo que su sombra nos cubra por completo.
    Una buena sombra de árbol puede equivaler a un FPS 10-30

 

Cómo elegir el protector solar

Elegir el mejor protector solar depende de varios factores:
  • El tipo de piel: se clasifican del 1 al 6 de más clara a más oscura. Los fototipos más claros siempre se queman y nunca se broncean y pueden quemarse incluso con 10 minutos de exposición solar.
Todos los niños deben usar fotoprotector. 
Incluso los que son muy morenos, porque la piel igualmente recibe la radiación, aunque no se quemen.

 

  • El tipo de filtro:
    • Físico: hace un efecto pantalla que refleja la radiación solar impidiendo que llegue a la piel. Sería como hacerse sombra con la crema. Son los típicos protectores que te dejan la cara como un fantasma.
    • Químicos: Absorben la radiación y la transforman a una longitud de onda inofensiva para la piel.
    • Combinación de ambos: para asegurar factores de protección más altos.
  • El factor de protección: Si en condiciones normales, sin protección solar, nuestra piel se pone roja en 5 minutos, un factor de protección 10, por ejemplo, nos daría 10 x 5 minutos de protección, es decir, 50 minutos. Sin embargo este aumento del tiempo de exposición no es infinito, ya que a partir de 2 horas, el efecto del fotoprotector no se puede asegurar y se debe reaplicar. Así que aunque un factor 30 nos daría 300 min (5 hs) de protección, siempre se debe repetir la aplicación a las 2 hs, aunque estemos utilizando un factor 30 o 50.

 

Entonces ¿porqué es necesario un factor de protección tan alto, si igualmente hay que reaplicarlo cada 2 hs?
Porque además el factor de protección nos da una idea del porcentaje de radiación que bloquea el protector: un factor 30 bloquea un 92% de los rayos UVB y un factor 50 hasta un 97%. Pero la protección que ofrecen contra los rayos UVA es variable y no está cuantificada. Si en el etiquetado la palabra UVA está rodeada por un círculo, indica que el factor de protección UVA es al menos 1/3 de la protección que nos ofrece frente a los rayos UVB.

 

 

¿Cuándo se debe aplicar el protector solar?

El fotoprotector se debe aplicar antes de salir de casa, con la piel limpia y seca, una media hora antes de la exposición solar. Los filtros químicos (y la mayoría de los protectores contienen filtros químicos, o una combinación de físicos y químicos), necesitan al menos esos 30 minutos para empezar a hacer efecto.
Pasadas 2 horas se debe volver a aplicar. O antes si el niño se ha estado bañando. Los protectores water resistant soportan unos 40 minutos de inmersión mientras que los water proof hasta 80 minutos, pero al salir del agua de deben reaplicar siempre.

La cantidad de fotoprotector a aplicar es importante.

Se recomiendam 2 gr/cm2 , pero obviamente no nos vamos a poner a calcular el peso de la crema ni la superficie corporal del niño a la hora de aplicarlo. En la práctica: si es un filtro físico: hasta que quede «bien blanquito» como un fantasma. Si no deja capa, una porción equivalente a una cucharadita por cada zona corporal: 9 porciones en total: 1 para la cara y cuello, 2 para pecho y abdomen, 2 para la espalda, 1 para cada brazo, 1 para cada pierna.
Además de aplicar generosamente, no hay que olvidar las orejas, los labios, el dorso de los pies.

¿Me sirve el protector solar del año pasado?

Si el envase no está abierto, nos sirve hasta la fecha de caducidad que indique en el envase.
Si el envase está abierto, tenemos que buscar en el envase el período de uso después de abierto, un símbolo en forma de tarro abierto con un número que indica los meses que se puede usar el producto una vez abierto. La mayoría duran 12 meses.
Pero cuidado: si compramos el protector solar al principio de nuestras vacaciones, en agosto del verano pasado por ejemplo, y lo estuvimos paseando durante 15 días entre la  playa y el maletero del coche, este año, aunque nos vayamos de vacaciones en junio (y no hayan pasado los 12 meses) lo más prudente sería cambiarlo, ya que las condiciones de conservación no han sido óptimas y el factor de protección real de la crema puede disminuir.
A modo de resumen, os dejo esta fantástica infografía de Farmaadicta
Fuente: Blog Farmaadicta
Fuentes: 

8 comentarios en «Fotoprotección en niños. Guía práctica.»

  1. Buenas tardes, Dra. Colli. Gracias por esta entrada.
    Quería resolver una duda. A una hora de 7:30-8 de la tarde, en una ciudad como Málaga, es necesario mantener las precauciones de usar la ropa, gorra y sombrilla en playa o piscina?
    Espero su respuesta. Muchas gracias.
    Un saludo.

  2. Buenas tardes

    ¿Me podría dar la referencia que avale que "Los niños que han tenido 3 quemaduras solares en su infancia tienen 10 veces más riesgo de padecer un melanoma en la vida adulta"?

    Un saludo y gracias

  3. Fantástico artículo, gracias! Me gustaría un poco de orientaciones sobre el déficit de vitamina D, si es posible. Hay relación con la fotoprotección? Cómo encontrar el equilibrio, especialmente con los más peques?

    1. Hola, Mary. Algunos protectores a base de hierbas son efectivos, aunque la duración del efecto suele ser muy breve. No hay que temerle a los productos de síntesis. Están perfectamente controlados y se sabe exactamente la cantidad que estamos usando. Los productos naturales incluyen muchos ingredientes más (además del principio activo) y no se puded saber exactamente cuánto tenemos de sustancia activa y cuanto del resto, que por otra parte también puede tener efectos que a veces no son deseables.

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